El pasado viernes 10 de enero se presentó el tercer Diagnóstico sobre Empresas y Derechos Humanos en Chile, elaborado por el Programa de Sostenibilidad Corporativa de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile en conjunto con la World Benchmarking Alliance (WBA).
En esta evaluación participaron las 28 empresas que forman parte del Índice de Precios Selectivo de Acciones (IPSA), con el objetivo de analizar la implementación de los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de las Naciones Unidas, midiendo el progreso en la identificación, gestión y mitigación de impactos sociales.
La evaluación se llevó a cabo utilizando la metodología de la Corporate Human Rights Benchmark (CHRB), compuesta por 12 indicadores, que se centra en tres áreas clave:
- Compromiso y Gobernanza: Evalúa el nivel de compromiso de la alta dirección con el respeto de los derechos humanos.
- Debida Diligencia: Analiza la implementación de procesos para identificar y gestionar los posibles impactos en derechos humanos.
- Reclamación y Remediación: Revisa la existencia de mecanismos eficaces para abordar y solucionar posibles afectaciones.
Enel Américas obtuvo una calificación de 18,5 puntos sobre 24 puntos, posicionándose entre las empresas con mejor desempeño en la evaluación, superando en 7,5 puntos el promedio general de las empresas del IPSA, y posicionándose en segundo lugar junto con Aguas Andinas S.A.
Montserrat Palomar, Head of Sustainability, quien trabaja en conjunto para Enel Américas, comentó que “estamos muy orgullosos de nuestro resultado y agradecidos de poder contar con este estudio para analizar nuestra mejora continua y profundizar en nuestros aprendizajes en esta materia”.
La compañía ratificó que seguirá trabajando activamente en la mejora de sus prácticas y fortaleciendo su liderazgo en la implementación de los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos, asegurando una gestión transparente y responsable en cada una de sus operaciones, no solo reaccionando ante los desafíos, sino también adelantándose a ellos, desarrollando estrategias innovadoras para la prevención de impactos negativos y promoviendo una cultura organizacional basada en el respeto, la ética y la sostenibilidad a largo plazo.
La creciente exigencia en criterios de análisis y diagnóstico en Derechos Humanos plantea nuevos desafíos para las empresas. Enel reconoce que estos estándares seguirán incrementando y que, con la eventual implementación de nuevas normativas en Latinoamérica, resulta indispensable contar con un desempeño destacado como una sólida puerta de entrada ante los cambios regulatorios, para asegurar el cuidado de las personas y de toda la cadena de valor a través de una gestión ética y sostenible.