El acceso a la energía es parte de los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la ONU y también es central en la estrategia de sostenibilidad de Enel y Enel Américas. Comprometidos con esta visión, Edesur, la distribuidora de energía eléctrica de Enel Argentina, lanzó el programa "Energía que Suma", destinado a llegar con soluciones a barrios vulnerables para ampliar y formalizar el acceso a la energía eléctrica en el área metropolitana de la ciudad de Buenos Aires.
El proyecto es desarrollado por la Gerencia de Sostenibilidad utilizando un abordaje integral para cada una de las problemáticas que se presentan en el campo. La ejecución es realizada por agentes comunitarios que tienen llegada a cada barrio y conocen de cerca las acciones más urgentes.
Metas ambiciosas
Durante 2019, cerca de 1.751 hogares ya fueron visitados por representantes de la compañía, incluyendo clientes y no clientes. El objetivo es ambicioso y planea alcanzar a 15.000 familias.
Se han realizado acciones como la normalización de suministros, lo cual consiste en regularizar clientes que mantenían conexiones ilegales y efectuar la instalación de medidores y la verificación de seguridad de las instalaciones.
Además, se ha dado orientación en gestión del suministro, ayudando a clientes en la comprensión de todos los mecanismos comerciales para activar altas y cambios en su cuenta. Incluso se ofrecen planes de pago especiales para regularizar saldos.
Se trata de soluciones personalizadas para cada caso. A partir de los datos recolectados por los agentes, se elabora una cartografía social para establecer un plan de acción acorde a las necesidades de cada zona.
El programa “Energía que Suma” tiene como objetivo ayudar a cada vez más personas a acceder formalmente al servicio eléctrico y que puedan utilizarlo del modo más eficiente y productivo posible.
La educación también suma
Todas las acciones se complementan con talleres sobre consumo responsable de energía, con jornadas de capacitación sobre eficiencia energética en el hogar, y orientación en lectura de la factura, obtención de tarifa social y diálogo comunitario.
También resulta clave el vínculo entre los contratistas de obras que requieren recursos para prestar el servicio a través del involucramiento de la comunidad que ofrece mano de obra calificada y no calificada, y al ofrecimiento de instancias de formación adicional para asegurar la calidad del servicio contratado.