A lo largo de la vida se van construyendo historias, y hay veces en las que algunas fechas quedan marcadas a fuego.
El 2 de diciembre de 2016 fue uno de esos días que recordaremos por siempre. El director general de Enel, Francesco Starace, y el gerente general de Enel Américas, Luca D´Agnese, estuvieron en la Bolsa de Nueva York (el mercado bursátil más grande del mundo) y como lo hacen pocas empresas, tuvieron la oportunidad de hacer sonar la campana que tradicionalmente da inicio a las transacciones de Wall Street. Una tradición dentro del mercado financiero que puso en evidencia la nueva etapa de nuestra compañía. Ese 2 de diciembre la campanada no solo nos llenó de orgullo por estar en Wall Street sino también porque simbolizó el día en que Enersis Américas, pasó a ser Enel Américas S.A.
“Esta ceremonia de apertura en la Bolsa de Nueva York significa celebrar el fin de un proceso de reestructuración y simplificación societaria que terminó exitosamente y nos permite presentar la nueva Enel Américas; una empresa de crecimiento rentable que crea valor para sus accionistas”, dijo en ese momento Luca D’Agnese, gerente general de Enel Américas.
Simplificar una realidad tan compleja, diversificada y amplia como la nuestra, ha sido una promesa ambiciosa y necesaria para crecer en un escenario de grandes cambios globales. Fueron más de 500 días de trabajo que terminaron por cambiar la estructura del grupo en América Latina. Separamos el negocio de Chile del resto de la región y así podemos apostar al futuro con toda la energía para cambiar las vidas de los más de 15,6 millones de clientes que atendemos a diario en la región.
Concluimos así un proceso que tenía como tarea crear valor para los accionistas de Enel y los minoritarios de las empresas controladas por el Grupo. Nos presentamos en América Latina con una nueva identidad que representa la fuerza de nuestra filosofía “Open Power”, la que viene a cambiar la forma de entregar energía en todo el mundo.
Importancia del “Ring the bell”
La Bolsa de New York inició sus operaciones en 1792 cuando puntualmente a las 9:30 de la mañana se tocaba el Gong para dar inicio a la jornada de operaciones y, a las 16:00 horas, también puntualmente, volvía a sonar el Gong… El día había terminado.
En 1903 la modernidad llegó a Wall Street y se decidió reemplazar el Gong por la campana. Una pieza que electrónicamente se activa para dar inicio o fin al bullicio de operadores que buscan rentabilidad en la bolsa más importante del mundo.
En 1956 Wall Street descubrió que podía sacar dividendos de este hito de apertura y cierre y decidió abrirlo a que celebridades, autoridades, organizaciones y empresas de todo el mundo pudieran activar ese grave sonido.
Tanta importancia tiene el ring the bell que es transmitido, en vivo y a diario, por los canales de televisión CNN y Bloomberg TV.