En septiembre se llevó a cabo la primera reunión operativa de las Ciudades firmantes de la Declaración de Ciudades Circulares de América Latina y el Caribe, organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL).
Esta iniciativa, que sigue a una similar lanzada en Europa con la European Circular Cities Declaration, nace con el objetivo de acelerar la transición hacia la circularidad en las ciudades de América Latina y el Caribe a través de la definición de una visión común, la colaboración y el desarrollo de sinergias.
La Declaración propone a los adherentes un trabajo conjunto en el análisis de la situación actual y la necesidad de repensar el modelo de desarrollo urbano. El objetivo de este año 2022 estaba basado en concretar una mesa de trabajo con las ciudades signatarias y realizar de manera simultánea un análisis de la situación actual en materia de economía circular y de los sectores potenciales a desarrollar. Uno de los productos proyectados para este año en el marco de la Declaración, es la preparación de un documento, que incluya los principales lineamientos de cómo podrían transformarse nuestras ciudades. Para ser realmente representativo, el documento debe alcanzar un amplio proceso participativo y que permita definir una perspectiva de corto, mediano y largo plazo para el desarrollo de esta transición.
La CEPAL, junto con la Universidad del Desarrollo de Chile (UDD) y ENEL, están realizando este estudio titulado “Ciudades Circulares de América Latina y el Caribe”, para definir el marco de acción para las ciudades firmantes. En este sentido, fue organizada la primera reunión con los expertos técnicos puntos focales de la Declaración, de modo de conocer los avances y brechas para la transición de sus ciudades.
La reunión contó con la participación de expertos representantes de las ciudades adheridas a la Declaración, en donde compartieron sus experiencias, destacando buenas prácticas por cada ámbito/sector, fomentando así la cooperación, intercambio de experiencias y apoyo entre las ciudades firmantes. La mesa de trabajo también permitió a los expertos de validar los contenidos generales del estudio en curso, identificando las prioridades y las líneas principales de acción.
A la fecha, importantes ciudades de América Latina y el Caribe ya se han sumado a la Declaración, tales como Buenos Aires, Ciudad de México, Curridabat, Lima, Cantón de Mejía, Pichincha (Ecuador), Santiago de Chile, Quillota, Valparaíso (Chile) y se avanza en la adhesión de otras ciudades que harán de este acuerdo un hecho inédito de la región en materia de economía circular.
El objetivo no es que sea una declaración solamente, sino que se transforme en un espacio de trabajo dentro del cual las ciudades puedan acelerar su compromiso.