No es posible ser Circular solo. Al asumir esta premisa, la cadena de suministro adquiere un rol central para la estrategia de circularidad, además de abarcar todas las etapas de la cadena productiva.
Las acciones con impactos a gran escala también son esenciales. Para ello, es necesario articular varios actores, como el sector privado, el gobierno, la academia y la sociedad para desarrollar y revisar nuevas formas de producir y consumir. En el sector industrial, uno de los grandes retos para implementar un proceso de este tipo es el desarrollo de nuevos modelos de negocio que agreguen valor al producto/servicio y que faciliten la transformación de insumos para nuevos ciclos de vida.
Según datos de la Confederación Nacional de Industrias (CNI), el 76% de las empresas en Brasil ya desarrollan alguna iniciativa de economía circular. Entre las principales prácticas enumeradas por los encuestados se encuentran la optimización de procesos (56,5%), el uso de insumos circulares (37,1%) y la recuperación de recursos (24,1%).
Prácticas como la reutilización del agua, el reciclaje de materiales y la logística inversa son las principales implementaciones en el país. La misma encuesta revela que más del 88% de los emprendedores califican la economía circular como muy importante para la industria. Entre las razones, el modelo de economía circular, combinado con la tecnología, permite controlar los recursos finitos y equilibrar los renovables de las empresas, proporcionando sistemas industriales integrados, restaurativos y regenerativos.
CNI construyó una propuesta de “Ruta Estratégica de la Industria Brasileña para la transición a la Economía Circular”, con la participación de federaciones industriales, asociaciones sectoriales y empresas. El objetivo era orientar el cambio a un modelo de economía circular en Brasil, el documento enumera 5 líneas de acción en las que es necesario trabajar para acelerar la transición a una economía circular en Brasil:
· Políticas públicas: Adecuado tratamiento y regulación tributaria; contratación pública sostenible; y generación de empleo.
· Educación: Amplias campañas educativas; y Formación profesional.
· Investigación, desarrollo e innovación (I+D+i): Innovación en el diseño de productos, servicios y procesos; Desarrollo de métricas de circularidad; y Asociación entre el sector privado y la academia.
· Financiamiento: Orientación para acceder a recursos y diseñar proyectos; y Ampliación de líneas de financiación para la economía circular.
· Mercado (entorno empresarial): Material en cantidad y calidad para reciclar; Cooperación en un entorno competitivo; e Identidad de la industria brasileña como sostenible (circular).
Cadena de Suministros
Tales escenarios demuestran que una compra sostenible va mucho más allá de los insumos elegidos para su producción. Es fundamental, y desafiante, garantizar que toda la cadena de producción respete, por ejemplo, los derechos humanos, el medio ambiente, la ética y la transparencia. En otras palabras, las prácticas ESG y la gestión de proveedores no deben limitarse a los aspectos legales, sino ampliar las bases para acciones de mayor valor y propósito. Esto da lugar a la Innovability (Innovación aliada a la Sostenibilidad) donde, mientras los contratistas elevan sus estándares de compras circulares, los proveedores presentan nuevas soluciones y desarrollan el mercado.
Compras Sustentáveis
A Associação Brasileira de Normas Técnicas criou Cartilha ABNT NBR ISO 20400 para Compras Sustentáveis. O objetivo é auxiliar as empresas brasileiras nas decisões a serem tomadas sobre suas compras institucionais e na melhora da relação com seus fornecedores. A proposta é que esse trabalho colabore para o fortalecimento das cadeias produtivas brasileiras, a geração de emprego local, o aumento dos investimentos em inovação e o consequente ganho de competitividade para a indústria nacional.
Ao destacar uma série de atividades para explicar o conceito de EC, constata-se que cada um representa um desafio para a cadeia de suprimento.
En este contexto, es necesario resignificar las exigencias de los ciclos de producción y materiales, considerando aspectos como: reducción, recuperación y reciclaje de materiales y energía. Para garantizar este arreglo, los gestores deben conocer el contexto general de su propia producción y la del proveedor, a través de una visión global de la producción, de modo que los contratos cumplan con las premisas de la Economía Circular, respetando las particularidades económicas y tecnológicas de cada realidad. Lo que ayuda a explicar la creciente demanda de evaluaciones del ciclo de vida del producto y el diseño circular en las estrategias de las empresas y los requisitos en su contratación.
Involucrar proveedores
Las políticas de compras corporativas han reflejado el avance de la economía circular y los estándares ESG. Sin embargo, muchos conceptos son relativamente nuevos, encuentran barreras tecnológicas, entre otras complejidades. Por lo tanto, para que estos requisitos tengan éxito y puedan involucrar a los proveedores, es fundamental que se tenga en cuenta un proceso gradual de maduración, así como incentivos para los proveedores, apoyándolos para seguir siendo competitivos en un mercado feroz.
Una herramienta importante para este desarrollo es la contratación pública. Al aumentar el número de comunicados gubernamentales que consideran conceptos de circularidad en sus líneas y, al mismo tiempo, las políticas públicas refuerzan la investigación y estructuran el financiamiento, se crea un ambiente propicio para el fortalecimiento de la economía circular.
En resumen, la EC es el resultado de una actitud o cultura que necesita ser desarrollada por todos los actores: gobierno, empresas, instituciones de desarrollo y sociedad en general; cada uno de estos actores tiene un papel relevante en el proceso. La importancia del gobierno y el sector privado debe promover la integración de los objetivos y los impactos del enfoque de contratación a lo largo del ciclo de contratación, desde el diseño, la entrega, el uso y la eliminación (incluida la reutilización, la readaptación y el reciclaje). La colaboración dentro de las organizaciones y con el mercado también es importante para identificar categorías prioritarias, donde las cadenas de suministro y materiales pueden pasar de abiertas o lineales a circulares o cerradas, reduciendo los costos y los impactos del ciclo de vida.
ENEL y su red de proveedores
Cuando se habla de cambio de producto, la mayoría de las veces, la primera pregunta que surge en las organizaciones es el precio, y no el valor agregado. Para superar este problema, Enel desarrolló el Factor K para la contratación. Se trata de un sistema de bonificación para los proveedores que, en el momento de la licitación, se comprometan voluntariamente con los requisitos de sostenibilidad y economía circular especialmente preparados para ese contrato (además de los ya presentes en el pliego de condiciones técnicas). Con ello, se garantiza el impulso para el desarrollo de la cadena de suministro, reforzando el norte de la circularidad, en un movimiento paulatino.
Adicionalmente, en 2021, se creó un Grupo de Trabajo en Enel Brasil, involucrando varias áreas, para reforzar la Estrategia Circular de Compra de Materiales, con soluciones circulares concretas. Se inició con una encuesta por muestreo a alrededor de 65 empresas proveedoras del ramo de Distribución. El objetivo fue evaluar el perfil con relación al nivel de experiencia en el proceso de circularidad. Más del 30% de las empresas ya tenían participaciones en la economía circular y la gran mayoría estaba abierta a construir nuevos caminos juntas. Con ello se logró profundizar la acción interna para que las especificaciones técnicas comenzaran a llegar a los proveedores, cada vez más diseñadas desde un inicio bajo el criterio circular. Además de haber intensificado la participación en las Jornadas de presentación de ofertas al mercado para concientizar a los proveedores, presentar prácticas y modelos de negocios circulares.
El proceso de transición de la lógica lineal a la circular representa un importante desafío a superar. Sin embargo, al incentivar el análisis de oportunidades de innovación, modelos de negocio y ampliar la propuesta de valor, se solidifica un recorrido que ve al proveedor como un socio estratégico en una relación de creación de valor.