Chile cuenta con un amplio potencial para desarrollar energías renovables debido a sus favorables características geológicas y climáticas en el norte del país. Así ha quedado de manifiesto con el incremento en la participación de este tipo de generación en el sistema eléctrico, que ascendió al 28% en los últimos años[1]. Esto no sólo contribuye a diversificar de las fuentes de generación, sino que permite una transición hacia energías limpias que contribuyen a descarbonizar la matriz energética.
El crecimiento exponencial que han tenido las plantas de generación solar en Chile solo al año 2020 da cuenta de 12 millones de paneles solares ya instalados y según un estudio solicitado por el Ministerio de Energía se prevé que esta cifra aumente sobre los 160 millones hacia el 2050. Si se considera que la primera central de generación fotovoltaica industrial se instaló en 2012 y que el de funcionamiento promedio de los módulos varía entre 20-30 años. Las proyecciones hacia el 2043-2046 indican que se podrían superar las 120.000 toneladas de residuos fotovoltaicos y los métodos de tratamiento aún no están establecidos en el país.
Surge entonces la interrogante ¿Qué oportunidades se presentan para los módulos, tanto para segundos usos, como valorización de sus materias primas?
Esto representa un gran desafío para la sostenibilidad, pero también una oportunidad para entregar soluciones basadas en la economía circular, que permitan extender la vida útil del módulo, facilitar la reutilización en mercados secundarios o la recuperación de materiales críticos para la transición energética.
Para avanzar en este desafío Chile está desarrollando un proyecto llamado “Bien Público: Generación de estándares técnicos y económicos para habilitar la 2da vida de módulos fotovoltaicos”, mandatado por la Subsecretaría de Energía y liderado por la Universidad de Antofagasta. Esta iniciativa de carácter público-privada ha reunido, para abordar esta conversación, a expertos de la institucionalidad, academia nacional e internacional, organizaciones no gubernamentales y empresas generadoras en cuatro mesas de trabajo:
· Mesa I: Protocolo de pruebas
· Mesa II: Usos para módulos de segunda vida
· Mesa III: Reciclaje y recuperación de paneles PV
· Mesa IV: Barreras regulatorias
El bien público tiene como objetivos revisar y validar protocolos de prueba para la segunda vida, identificar el estado del arte respecto a segundos usos de módulos funcionales y no funcionales, levantar barreras regulatorias y evaluar metodologías para la recuperación de componentes en el marco de la economía circular y la Ley Nº20.920 de Responsabilidad Extendida al Productor (REP).
Si quieres saber más sobre los resultados de estas mesas, inscríbete y participa en la segunda sesión de trabajo el día 14 de julio, donde se discutirá el escenario internacional actual para el desarrollo e implementación de normas para habilitar la segunda vida de módulos fotovoltaicos.
Viernes 14 de julio
¿En qué está la discusión internacional para la generación de normas?
Sesión de trabajo 2: ¿En qué está la discusión internacional para la generación de normas?
[1] Ministerio de Energía. Planificación Energética de Largo Plazo Periodo 2023-2027. Santiago, Chile.